Portada del llibre "Mi querida España".
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Pot llegir l’entrevista en català aquí.

Eckart Leiser (Alemania, 1943), periodista y psicólogo. Profesor universitario en la Universidad Libre de Berlín y profesor visitante de numerosas universidades (Madrid , Zaragoza, México D.F., Viena, Buenos Aires, etcétera). Es autor de diversos libros y artículos vinculados a las matemáticas, la epistomología, la antropología y el psicoanálisis. Sobre el procés independentista publica Mi querida España (Grupo Editoral Letrame, 2021), donde presenta una selección de sus artículos periodísticos publicados sobre el procés independentista en los medios alemanes, especialmente en el semanario Der Freitag, durante los años 2017 a 2021.

El subtítulo del libro Mi querida España es “Crónica de una desilusión desde la perspectiva de un periodista alemán”. ¿A qué imagen desvanecida hace usted referencia?
[Eckart Leiser] En parte a una imagen idealizada de un alemán harto de la persecución política en su país. Pero También se refiere a algunas facetas de aquellos años marcados todavía por la “movida”. Todo eso contrastó con la situación en Alemania de entonces, que, caído el muro de Berlín, celebró la “reconquista” de la Alemania “comunista”, con la gente crítica acorralada.

En la introducción del libro comenta que el ambiente político asfixiante en España y la cacofonía en las tertulias periodísticas lo llevan a escribir sobre la situación política del Estado español. ¿Qué opina sobre el papel desempeñado por los medios de comunicación durante el proceso independentista catalán?
Los medios de comunicación en España para mí forman un elemento crucial del desastre de la política y del estado de derecho. La encarnación de un periodismo vergonzoso es una figura como Eduardo Inda, presente en muchas tertulias de los años del procés. Aquí tengo que defender a Alemania, donde eso sería impensable. Pero hay muchos más ejemplos. Después de la sentencia en el juicio del procés pregunté en un email a más de diez periódicos por qué seguían llamando “golpistas” a los condenados (con lo que siguen hasta hoy), puesto que la sentencia al final descarta un “golpe de estado” y se conforma con el “delito” de la “rebelión”. Ninguna respuesta. Incluso El País, en los primeros años de mi estancia en España un periódico respetable, no hacía otra cosa que “rumiar” la línea “oficialista”, suprimiendo voces críticos desde Europa y el mundo.

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Muchos de los artículos del libro hacen recurrencia a la politización de la justicia y cómo ésta ha sido utilizada para frenar y reprimir el movimiento independentista. ¿Esperaba que fuese diferente? Le sorprendió la agresividad del Estado español delante del derecho de autodeterminación, reconocido en la Carta de las Naciones Unidas, 1945, y que en Catalunya se quiere ejercer por la vía democrática?
Ya tuve mis dudas antes del juicio del procés. Ya mi primer artículo en el libro del año 2017 lleva el título España: democracia de baja intensidad. Pero es más: Politizazión de la justicia en España significa que el Tribunal Supremo, la Audiencia Nacional y el Tribunal Constitucional no sólo estaban al servicio de un gobierno de la derecha, sino que un juez como Pablo Llarena se hizo protagonista de una estrategia política propia.

También dedica en el libro varios artículos al juicio a activistas y líderes políticos. ¿Opina que fue adecuada la defensa de los independentistas delante de lo que parecía la representación pública de un escarnio para humillar a todo un pueblo?
No quiero valorar la estrategia de los acusados y sus abogados. Pero creo que desde la perspectiva internacional la invocación de los acusados a los principios básicos del estado de derecho en una democracia y la apelación al sentido común transmitido por los medios internacionales servían para generar dudas fuera de España (por ejemplo el abismo entre el argumentario mecanizado de los fiscales y el discurso de Andreu Van den Eynde). Un ejemplo es la justicia belga. Y la opinión pública en Alemania está muy lejos de percibir lo que hace la justicia española como un ”escarnio para humillar a todo un pueblo”.

Situándonos en Cataluña, ¿cómo ve la continuidad del proceso independentista, considerando que algunos de los partidos políticos independentistas claramente han apostado por una mesa de diálogo que parece no dar frutos, y la represión por parte de la misma Generalitat a activistas independentistas que salieron a la calle a protestar contra la sentencia del juicio?
Creo que los Goberns dede el procés están metidos en unos conflictos irresolubles y no estoy en condiciones de darles consejos. Por otra parte, para mí una condición mínima para que prospere el procés independentista es “un aumento del número de seguidores desde el 50% actual hasta al menos el 70” (pág. 106 de mi libro).

En Alemania, país que usted conoce bien, ¿cree que la inversión del relato de lo que sucedió durante el otoño de 2017, el de que no hubo violencia policial, a pesar de las imágenes y vídeos, y que se está intentando imponer desde el Estado español, está cuajando, o el tema catalán ya no interesa?
Lamentablemente —y de eso hablo en bastantes artículos— en Alemania hay una cobertura muy superficial y muchas veces torcida de lo que pasa en España. Mis artículos y los medios en los que salen son atípicos. España para muchos alemanes sigue siendo Mallorca, las playas, la sangría y la paella. Y Cataluña en concreto, la Costa Brava.

Y ya para acabar, ha encontrado dificultades para publicar este libro en España, ¿qué cree que puede indicar?
En España hay poca cultura de una crítica de lo que pasa en el espacio público (la res pública, el fondo de una “república”). Hay un “espíritu cívico” muy rudimentario. Y si la crítica viene de fuera, de un “extranjero”, entran en acción los reflejos “patrióticos”, como si alguien quiere ensuciar el esplendor del gran imperio, la Corona de España. Más allá de este reflejo frecuente, había editoriales que descalificaron mis valoraciones frontalmente. Se indignaron incluso que llamara a Vox un partido fascista y al franquismo un régimen fascista.

Muchas gracias por su tiempo. ¿Continuará escribiendo sobre lo que sucede en Catalunya?
Seguramente cuando passe algo relevante. Desde la elaboración de este libro han salido diez artículos más. Y supongo que una anulación muy probable de las sentencias del procés de parte del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Alemania sí que tendrá bastante repercusión. Y muchas gracias por su interés.

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