Bea Talegón (Madrid, 1983). Política, abogada y periodista española. Licenciada en Derecho.
¿Eres consciente que eres un poderoso altavoz hacia el Estado español? ¿Por qué aparece este interés por Catalunya y desde cuándo?
Mi interés viene sobre todo por la defensa de los derechos de los pueblos. Hace ya unos años en política, me caí en la marmita del PSOE y aprendí muchísimo porqué sufrí un montón, cuando más se aprende es cuando más se sufre, yo creo que eso aquí lo entendéis bien. Y tuve la suerte también de ser la secretaria general a nivel mundial de las Juventudes Socialistas, y durante dos años trabajé concretamente en el conflicto, en la situación, entre Palestina e Israel, en Birmania, en Kurdistán, en el Sahara Occidental, me centré mucho en los temas del Chipre Norte con Grecia. Mi trabajo giraba entorno del derecho a la autodeterminación.
Ya durante mi mandato aprobamos la independencia de las Juventudes Socialistas de Catalunya y las Juventudes Socialistas de España, es decir, las del PSC y las del PSOE, ya que las del PSC pedían su independencia y lo aprobamos ya en el año 2010. Por lo tanto es una lucha que para mí viene de lejos y que no tiene ninguna diferencia entre lo que reclama el pueblo kurdo, el pueblo palestino, el pueblo saharaui, las banderas que se levantan son las banderas de la democracia y de la dignidad de las personas. Y si, bueno, si se considera que mi voz puede ayudar porque se considera un altavoz, pues al servicio de la causa estoy, claro que sí.
¿Qué está pasando con los medios de comunicación españoles?
Bueno, pues informes recientes señalan que los medios de comunicación españoles son los segundos peores de toda Europa, solamente nos ganan los italianos, supongo que algo tendrá que ver que el dueño de los medios españoles, de algunos, sea también el señor Berlusconi, o sea que no es una opinión personal, es un hecho, que además un gran número de población española no es capaz de diferenciar entre las noticias falsas y las noticias verdaderas, y lo que está pasando básicamente es que los dueños de los medios de información y aquellos que ejercen poder y presión sobre los profesionales, responden no al deber que tienen de informar a la población, como un principio democrático, sino al deber de mantener, y perdón por la expresión, sus culos en sus sillas, por decir lo que los de arriba quieren que digan o lo más importante por callar y no decir, precisamente lo que los de arriba no quieren que digan.
Desde dentro de Catalunya, a menudo se percibe una situación como de “eco-chamber”, con argumentos muy reforzados, pero todo interno. ¿Tú, con una visión más externa, como ves la internacionalización del proceso catalán?
Creo que es una expresión muy vuestra, pero creo que ha sido una jugada maestra. Si no llegan a hacer externo el conflicto, bueno, más que conflicto, la necesidad de democracia y de justicia, que gracias precisamente a Cataluña, espero que más pronto que tarde los españoles se den cuenta que le deben mucho a lo que ahora mismo están haciendo los soberanistas catalanes. Gracias a la lucha que estáis haciendo vosotros y por los exiliados, los presos políticos, la población recibiendo palos de la policía, estáis poniendo de manifiesto la falta de democracia y de independencia judicial y la falta de información veraz que tiene toda la población española.
Haberlo hecho internacional ha sido la clave y creo que es precisamente la llave para poder resolverlo —si los que se marcharon fuera, se hubiesen entregado, estarían en la cárcel, en silencio y muy probablemente sin visos de poder salir, como ahora afortunadamente sí los hay—, porque la justicia alemana, belga, sueca, europea en general, está poniendo en su lugar a España y más que la va a poner.
¿Qué valoración haces del proceso que quiere empezar la ANC con relación a las primarias por la República?
Yo creo que sería muy positivo que las próximas elecciones tanto las municipales como las europeas se planteasen en clave de República, y también creo que en España se debería tomar nota y formar una candidatura republicana en España que integrase a todos aquellos partidos, organizaciones y personas, que pudieran defender el derecho de autodeterminación de los pueblos y la República. Yo creo que eso sería fundamental, y creo que es una propuesta muy positiva, porque sino, se corre el riesgo, que creo que es lo que estamos viendo estos días, de una fractura dentro de lo que es el propio bloque soberanista, que empiezan a partirse la cara entre partidos soberanistas, olvidando que todavía queda una batalla previa por jugar que es conseguir la República, y que cuando la República se consiga, entonces ya tendrán sentidos las peleas entre partidos, ideologías y siglas, pero me parece que ahora mismo, alguno está dando un mensaje equivocado, no se puede dividir a la población independentista, la clave de vuestro éxito es la unidad.
¿Todo el conjunto de despropósitos de la justicia española y especialmente con los casos de la Manada, crees que son para justificar una posible amnistía a Urdangarin?
Desde luego que lo de Urdangarin es otra más, o sea, y curiosamente no le hemos visto entrar en prisión, en un módulo, que también curiosamente, nadie utilizaba, que se han tirado el último año reformando y aclimatando para que Urdangarin pudiera estar perfectamente solo sin que nadie lo molestase y sin que nadie tuviera que compartir con él la celda. No tengo claro que sea para esta estrategia, lo que sí que tengo claro es que hay un cúmulo de despropósitos que lo que evidencian es que en España no tenemos un estado de derecho que pueda ser equiparable a otras democracias europeas.
¿Ganará la democracia, Bea?
Ya está ganando la democracia, porqué fundamentalmente lo primero que la democracia necesita es tener un pueblo informado, con actitud crítica, y que esté movilizado, que salga a la calle y que reclame los derechos y denuncie las injusticias. En Cataluña, hay una parte de Catalunya, que tiene una democracia que late, que está viva, ahora lo que tenemos que conseguir es que ese virus de democracia le pique a la otra mitad de Catalunya y a todo el resto de los territorios de España.